EL CAMINO DEL MOSEL
Una de mis prácticas para conectarme con la divinidad y con mi ser interno es hacer caminos de peregrinación. La sensación de ir caminando de pueblo en pueblo, con nada más que mi mochila y mis bastones, el poder decidir cada día cuánto caminar y la expectativa de no esperar grandes aventuras pero sí profundas conversaciones y reflexiones, representan para mi la verdadera libertad.
OTROS CAMINOS A EXPLORAR
Desde esta época de Covid, he preferido no tomar avión para moverme durante mis vacaciones. Esto no solo impide que viaje a visitar a mi familia en Colombia y en Brasil. Viajar a España tampoco es opción y con ello, sus maravillosos caminos de peregrinación. Pero bueno, es mi decisión y es lo que hay.
Sin embargo, esta decisión me ha permitido dedicarle más tiempo al país donde vivo actualmente: Alemania. El año pasado caminé con mi esposo durante 4 días a lo largo de un bosque que nos quedaba relativamente cerca de casa. Ese camino me permitió caer en cuenta de cómo cada país aporta una energía particular durante la caminata.
Por ejemplo, cada vez que hago uno de los caminos de Santiago en España, el aporte es el disfrute de la vida con sus altos y sus bajos. Italia, por otro lado, ha sido un llamado a sobrepasar mis límites mentales y físicos. Ahora, estoy curiosa con Alemania, pues el año pasado pude percibir que había algo ahí para mi, pero fue tan corto el camino, que no lo pude hacer muy consciente.
UN CAMINO PARA SEMBRAR
Este mes haré el Camino del Mosel. El Mosel es un río que desemboca en el Rin y está en la región vinícola de Alemania. Además este camino es una de las tantas arterias que tiene el camino de Santiago a lo largo de Europa. Toda la señalización es con flechas amarillas y conchas y hay todo tipo de hospedaje a lo largo del camino.
Caminaré 10 días, 157 km desde Koblenz hasta Trier, con mi esposo. Normalmente antes de empezar un camino, defino una intención. Realmente para este camino no lo tengo claro. Por supuesto, identificar el aporte de Alemania al camino, pero la intención como tal la dejaré abierta con curiosidad e ilusión.
También sembraré cuarzos. ¡Siempre lo hago! Me encanta tener mis pequeños rituales a lo largo del camino y sembrar piedras con alguna intención particular. Y esta vez lo volveré a hacer como en la Via Francigena en Italia. No solo sembraré mis intenciones, sino las de mis alumn@s y clientes que quieran participar y caminar conmigo en la distancia.
Así que si quieres caminar conmigo en la distancia, pues comenta en este blog qué te gustaría sembrar y preparo el cuarzo para ti. También te invito a que me sigas en instagram donde estaré posteando mi día a día, o al menos cuando pueda conectarme. El reto es que tú me digas cuándo sientes que tu cuarzo debe ser sembrado y con mucho gusto lo haré y te contaré cómo fue el día, qué aprendizajes tuve, dónde lo sembré, etc. Mi cuenta en Instagram es: @alessandracuellar
Para cuando leas este blog, ya estaré en camino. Así que anímate a caminar conmigo y a disfrutar una de las regiones más hermosas y fértiles de Alemania.
¡Buen Camino!
Que bonito Alessandra, preciosas vacaciones. Un besazo
Gracias Begoña!
un abrazote para ti.