SAMHAIN, DIA DE MUERTOS, ESCORPIÓN Y LAS CRISIS PLUTONIANAS
Cuando sigues un camino espiritual es, o porque sientes que necesitas un cambio en tu vida y este camino te brinda la confianza que necesitas, o porque el cambio llegó sin avisar, destruyó parte de lo que habías construído y este camino te ofrece el apoyo que necesitas.
Si estás en el último grupo o ya pasaste por ahí ya sabes de qué va este artículo. Si estás en el primero, pues abróchate los cinturones, pues la energía de octubre y noviembre nos garantiza el cambio.
Y empecemos por aclarar la palabra cambio. Según el diccionario, la palabra cambio “denota la acción o transición de un estado inicial a otro diferente, según se refiera a un objeto, individuo o situación”. Es decir no eres la misma cuando cambias. Por otro lado, Einstein una vez dijo: “Locura es hacer una cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”. Es decir, si quieres un cambio hay que actuar diferente.
Pero claro, hay otras emociones en juego y por supuesto tu instinto de seguridad dispara el miedo frenándote para actuar de manera diferente.
UN CAMBIO QUE NO CONTROLAMOS
Pero tu ser interno, ese que es más sabio, que sabe de qué estás hecha sigue emitiendo esa señal de cambio. Una señal que es escuchada cuando el Sol entra en Escorpión, y sus regentes Plutón y Marte son los dueños de la escena. Y la respuesta a esa señal es que atraes hacia ti la situación que va a desencadenar la muerte de tu yo. La muerte de una parte de ti misma tal y como la conoces.
Y es que le tenemos tanto miedo a la muerte, que hasta preferimos no decir la palabra. He escuchado en algunos círculos espirituales que no les gusta el verbo morir y lo cambian por trascender. Entonces esta tendencia que tenemos de embellecerlo todo y de no decir las cosas por su nombre hace que alimentemos el miedo al cambio, a la muerte y a lo que de verdad significa.
Es verdad que Plutón, el dios de la muerte y el inframundo mitológico, te desgarra. Pero no eres su títere ya que simplemente atendió al llamado de tu ser interno. El objetivo de la energía plutoniana es que te puedas reconstruir de otra manera. La energía de Escorpión y los tránsitos de Plutón y Marte pueden crear dolor, crisis, dificultades, pero lo hace en nombre del crecimiento y cambio necesario.
Cuando hablo de cambio necesario es cuando te has centrado demasiado en un extremo o escenario de tu vida y estás descuidando o desatendiendo otros también fundamentales para tu propósito. Y el cambio plutoniano es un cambio del cual no tienes control.
Escorpión es una energía compleja, pues tiene varias imágenes y símbolos. Es representado como el escorpión, la serpiente, el águila y el fénix.
UN CAMBIO EN NIVELES
Los niveles más inferiores de Escorpión están simbolizados por la serpiente y el escorpión. Y quiero aclarar que todos, absolutamente todos, tenemos energía de Escorpión. Entonces, la serpiente, porque es un reptil que tiene la capacidad de desprenderse de la piel vieja y reemplazarla por una nueva. Y el escorpión, el animal que lleva un veneno mortífero en la cola. Representan nuestras emociones y deseos y cómo nos dejamos regir por ellos. Es decir, cuando nuestros estados anímicos nos dominan, reaccionamos instintivamente al punto de volvernos en contra de las personas que más amamos o destruir las estructuras que son importantes para ellas. El deseo de venganza, la cólera, el deseo de poseer y controlar es más fuerte y muchas veces terminamos destruyéndonos a nosotros mismos en el proceso.
Y a partir de aquí comienza un proceso de transformación y renovación logrando renacer a un nivel más elevado: el del águila. Al llegar aquí ya las emociones no te dominan. El águila, vuela más alto y ve más lejos que cualquier otra ave, además de ser una excelente cazadora. En esta fase tus ideales y principios son más elevados pero sigues conservando ese veneno letal.
La intensidad de esta fase es tal, que cualquier cosa que amenace tus ideales corre el riesgo de vérselas contigo. O también, es tal la intensidad en tu ideal de servicio que te absorbe, pierdes tu verdadera naturaleza hasta con exigencias físicas sobrehumanas.
Y es aquí donde vives otra muerte. Otra muerte del ego para que puede nacer el Fénix. Que no sólo renace de sus cenizas sino que se convierte en inmortal. Es aquí donde descubres tu verdadera esencia.
Se trata de una lección difícil, pero la energía escorpiana y particularmente de Plutón te impondrá una y otra vez, a hincarte de rodillas. Como dice Edward Sasportas: “Podemos seguir teniendo relaciones, creencias, causas o ideales y disfrutando de ellos, pero debemos recordar que nuestra identidad verdadera, la más básica, no depende de ninguna de esas cosas.”
LA MUERTE COMO CELEBRACIÓN
En conclusión, la energía de Escorpión ha sido desde la antigüedad celebrada precisamente para recordarnos a la muerte no sólo física sino psicológica. Y que sólo a través de ella es que podremos ir descubriendo nuestra verdadera esencia. Por ello era una fiesta y sigue siendo una gran fiesta en algunos países del mundo. Un recordatorio de que para ganar la inmortalidad debemos rendirnos a morir.
De eso sí que sabemos los que tenemos Sol en Capricornio pues tenemos a Plutón ahí desde el 2008 y lo seguiremos teniendo hasta el 2024. Yo la verdad no sé si estoy al nivel del águila, si ya he sido fénix varias veces o si sigo siendo un simple escorpión. Lo que sí sé es que ha sido un largo viaje de transformación y definitivamente no soy la misma.
Así que dale la bienvenida a esta energía, celebra Samhain y tu propia muerte y sobre todo arriésgate a volar cada vez más alto y ser fénix.
Cuéntame si ya has experimentado muertes del yo, si eres Capricornio, si eres de Escorpión o tienes esta energía muy fuerte en ti. Me encantaría leerte.
Pues te cuento que me pareció interesante que escribieras este artículo porque precisamente ayer tuve una crisis emocional de lo más rara. Y sin embargo, mientras me desahogaba, recibí la respuesta sobre lo que me hace falta.
Te contaré luego con más detalle 🙂
Precisamente por eso es importante desahogarse. Pues nos permite darnos cuenta de qué tan fieles estamos siendo hacia nosotras mismas. Muchas gracias por compartir la experiencia.
Un abrazo.