¿POR QUÉ ESTAMOS COMO LOCOS? – El polo magnético y nuestro norte
A lo mejor has escuchado que el polo norte magnético de la tierra se está moviendo. Y leyendo sobre el tema, he decidido contarte cómo entiendo que afecta nuestro polo físico y mental y porqué creo que por ello, estamos como locos.
Dentro de nuestro lenguaje popular, el norte, además de ser una posición geográfica y física, representa el lugar a dónde nos dirigimos o queremos llegar. El norte se convirtió en nuestra meta a alcanzar y cuando nos sentimos confundidos solemos decir “he perdido mi norte” o simplemente “no sé hacia dónde voy”. Es algo que nos identifica a todos como humanidad y si lo analizamos, pues tiene realmente un origen biológico.
El centro de la tierra está compuesto de metales líquidos, entre ellos el Hierro (Fe) envueltos en la capa de magma. Este hierro y metales vibran y se mueven constantemente. Estos metales, así mismo producen energía y mucha carga magnética. Como toda carga magnética, tiene un polo positivo, ubicado en el norte y un polo negativo, ubicado en el sur. Estudios científicos han demostrado que si bien hace miles de años el polo norte magnético ha estado en el mismo lugar, también han demostrado que en toda la historia de millones de años de nuestro planeta, ha habido momentos donde ese polo positivo ha estado en el sur geográfico de la Tierra.
Nosotros y la mayoría de animales, tenemos hierro en nuestra sangre. Algunos animales han desarrollado en su cuerpo su propia brújula interna que les permite ubicar el norte y con base a esa percepción tener claro sus ordenamientos y migraciones. Nosotros hemos desarrollado herramientas externas a nosotros como la brújula y el GPS y hemos perdido la posibilidad de alinearnos con nuestro propio cuerpo, nuestra propia biología hacia el norte magnético.
Hasta el año 2000 el polo norte magnético estaba ubicado en las islas canadienses en Nunavut, moviéndose a una velocidad de hasta 40 km/h por año, alrededor del mismo sitio a unos 1600 km del polo norte geográfico. Sin embargo, a partir del 2000 se ha visto una aceleración de la velocidad de movimiento observándose que el polo magnético deja el complejo de islas en Nunavut para ubicarse en las aguas del mar Ártico. En el 2019 se toma la decisión de ajustar todos los GPS a la nueva dirección del polo magnético norte, pues los desfaces ya estaban ocasionando errores en la navegación, aeronáutica y demás. En este artículo de la BBC de mayo del 2020 un grupo de científicos confirma que la velocidad de movimiento de los metales líquidos del centro de la tierra ha alcanzado los 60 km/h por año y que su destino final podría ser Siberia. Durante el 2020, el polo magnético norte cruzó el meridiano 0, es decir, no sólo dejó su posición histórica en Canadá, sino que cambió de oeste a este. Un cambio tan profundo, que «coincidencialmente» teníamos que estar en casa, en quietud.
Y si bien no desarrollamos como humanos nuestra brújula interna que nos permita alinearnos con el norte, igual la tenemos ahí y la percibimos psicológicamente cuando decimos “la tenemos clara”, “ya tengo claro hacia dónde me dirijo” o “he perdido mi norte”, “no sé hacia donde ir”. Pero, si analizamos un poco más porqué hay un polo norte y un polo sur, es por el núcleo. Los polos son expresiones de lo que hay en el centro. Nuestro núcleo es nuestro corazón, que bombea toda la sangre y sus contenidos por todo nuestro cuerpo, repartiendo también ese hierro y creando así mismo un campo magnético a nuestro alrededor.
El norte entonces, no es un lugar a dónde ir, sino lo que te indica cómo ordenarte. Para “encontrar mi norte” no tienes que moverte, debes ir a tu núcleo, a tu centro, a tu corazón. Y el corazón junto con el plexo solar son tu brújula interna. Escuchas qué siente tu corazón y en tu plexo escuchas el impulso que te mueve o que te ata. Y de acuerdo a lo que escuchas, avanzas, buscas terapia, haces una meditación o te apoyas en la técnica que creas conveniente.
Durante el 2021 vamos a seguir experimentando el cambio de núcleo de la Tierra. Es decir, los efectos de su propia alineación interna expresados en un cambio en polo norte magnético, que por supuesto nos afecta a nosotros pues nos corresponde también alinear nuestro centro a su nuevo centro. Por ello, un primer paso es meditar mirando hacia el norte en total consciencia de lo que significa. Puedes llamarlo tu cambio de polo, alinearte con tu nuevo centro, como quieras. Lo importante es que la Tierra cambió ya de meridiano y nosotros con ella. Y tal vez por eso nos sintamos por momentos tan perdidos.
¿Cómo continuar con esta alineación? Lo más importante es encontrar tu propio método y tal vez para ello necesites experimentar muchos hasta lograr con la combinación que más se ajuste a ti. Yo te recomiendo lo siguiente: comienza por mirar hacia el norte, visualiza que te enraizas en la Tierra, cierra los ojos y siente a tu corazón y a tu plexo.
Me encantaría leer tus comentarios. Cuéntame si también crees que estás como loc@ a veces o si por el contrario, te vale que el polo se mueva o no. También si tienes preguntas, te las contesto con gusto y si crees que esta información le puede servir a alguien más, compártela. Ayúdame a llegar a más gente.
Un abrazo.
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